Como adultos olvidamos la mayor parte de nuestra niñez, no sólo su contenido, sino también su sabor. Apenas conocemos la existencia del mundo interior, de nuestros sueños, de nuestros cuerpos, de nuestra capacidad de pensar, ver, oír, tocar, gustar y oler. Todos...
Aquí tenemos la paradoja, trágica en potencia, de que nuestra relación con los otros es una parte esencial de nuestro ser, como lo es nuestra separación, pero ninguna persona en particular es una parte necesaria de nuestro ser. Laing, Ronald David : “El...